Andrea Becerril
El presidente Felipe Calderón violó la Constitución al otorgar nuevas facultades al procurador general de Justicia Militar e invadió la esfera del Poder Legislativo, advirtió el senador del PRD Pablo Gómez Álvarez.
A su juicio, el Congreso debe interponer ante la Suprema Corte una controversia constitucional, dado que el Ejecutivo no puede crear ni modificar leyes, pero, al igual que sus antecesores del Partido Revolucionario Institucional, Calderón lo hizo mediante la reforma al Reglamento Interior de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con miras a ampliar el ámbito de acción del procurador militar.
En general, dijo, lo referido a la participación del Ejército en el combate al narcotráfico y en especial la aplicación del fuero militar no respeta lo establecido en la Constitución y se hacen interpretaciones ilegales para impedir que se juzgue en tribunales civiles a elementos de las fuerzas armadas que han violado derechos humanos de ciudadanos.
El senador Gómez Álvarez expuso que las atribuciones que se dan al procurador general de Justicia Militar, de representar a la Federación en litigios ante la Suprema Corte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y otras instancias, no están permitidas en la Carta Magna.
La Constitución señala con claridad que quien puede concurrir a los litigios y controversias en los que es parte la Federación, es la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República. “El jefe del Ejecutivo no puede asignar funciones a las dependencias o autoridades”, insistió.
“El procurador general de Justicia Militar no puede comparecer ante la Suprema Corte –creo que la Corte misma lo rechazaría– ni tampoco ante la CNDH. Ahí tiene que ir, cuando haya un requerimiento, el comandante de tropas, que es el secretario de la Defensa Nacional.”
Recalcó que, de acuerdo con la Constitución, el procurador militar no tiene más función que la relacionada con la disciplina castrense y no puede pasarse por alto que ningún reglamento está por encima de la ley y menos de la Carta Magna.
El problema, agregó, es que “Calderón viola todo el tiempo la Constitución. Es de esos políticos que se suben a un tabique y se marean. Él llegó a los Pinos y se mareó, no quiere entender que hay un marco legal, un sistema de leyes que debe respetarse”.
El senador perredista expuso asimismo que se viola sistemáticamente el artículo 13 constitucional, donde se precisa que el fuero militar aplica para faltas a la disciplina castrense, no para delitos cometidos contra civiles.
En la administración de Calderón “se le ha dado la vuelta y desvirtuado” esa disposición y se pretende que los excesos y abusos de soldados y oficiales contra “paisanos”, es decir contra civiles, se diriman en tribunales militares.
Y ello, recalcó el perredista, va contra ese artículo 13, porque , “cuando el golpeado o muerto a manos de militares es un paisano”, no es un asunto de disciplina civil, sino de derechos humanos violentados por elementos castrenses”.
Gómez Álvarez consideró que el Congreso de la Unión debe acudir a la controversia constitucional, ya que el Ejecutivo no puede legislar, pero Calderón lo hizo bajo la cobertura falsa de cambiar el reglamento de la Sedena.
En la Constitución se establece que la única facultad legislativa del Ejecutivo es “proveer en la esfera de su competencia el estricto cumplimiento de las leyes del Congreso. Es claro que el Presidente no tiene facultad para crear leyes. ¡pero Calderón cree que sí puede”.
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