¿Cómo defender al indefendible?‏

Los invito a participar en el siguiente ejercicio imaginativo.
Usted es un respetable y trabajador ciudadano que se ha hecho de un modesto capital que le ha permitido fincar un patrimonio. Entre sus bienes se encuentra una pequeña pero productiva fábrica la cual le permite a usted tener una vida, si bien alejada de los lujos, que le da un poco más de los mínimos satisfactores. Como en toda fábrica la ayuda de gente de trabajo es requerida para su buen funcionamiento y por ello cuenta con una pequeña planta de personal que en total son tres personas. Cada una de ellas, por su parte y de forma independiente, tienen sus respectivos negocios familiares que combinan con el trabajo en la fábrica de usted.
Uno de ellos siembra un terreno y lo que cosecha lo vende dos veces al año.
Otro de ellos es un respetable contador que lleva la contabilidad de amigos y familiares a cambio de modestos honorarios.
El último de ellos es abogado.

Un día cualquiera el abogado se da cuenta que la fábrica de usted va de maravilla y que sus dos compañeros son productivos y están contentos de trabajar con usted. Por lo tanto el abogado decide demandar a su trabajador, el que siembra su tierra, por razones absurdas pero su demanda no sólo prospera sino que la gana logrando despojar de su tierra a esta persona la cual ahora sólo depende del salario que usted le paga por su trabajo.
No conforme con lo anterior el abogado decide demandar a su trabajador, el que ejerce como contador, exigiendo que este regrese de su bolsillo los impuestos que sus clientes han pagado para que el abogado se los quede. Tal cosa pareciera no ser lógica pero el abogado vuelve a ganar dejando al contador casi al borde de la ruina sino es por el salario que usted le paga por sus servicios.

Por increíble que parezca el abogado sigue trabajando en su fábrica y se niega a renunciar aún cuando su labor está centrada en perjudicar al negocio de usted. Pero eso no es todo; además la ley le impide despedir al abogado, no hay forma de sacarlo de su sistema. Usted, su fábrica, sus trabajadores se ven cada vez más afectados.

Un buen día usted y sus dos trabajadores se enteran que el abogado ha sido secuestrado y no se sabe ni de su paradero ni de su estado de salud. Incluso corren rumores sobre una horrenda muerte.

¿Cual sería la reacción de usted ante este hecho? ¿Se uniría ante un llamado solidario que pida por su sano y salvo retorno de esa persona que dedico su existencia para arruinar la de los demás?

¿Qué haría usted?