Resistencia Civil México

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Resistencia Civil México
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sábado, 30 de marzo de 2013

Mensaje de la RPDC dirigido al pueblo mexicano a través del Partido Comunista de México

La situación ahora mismo es crítica. Estados Unidos ha desplegado sus portaaviones, bombarderos y submarinos nucleares justo en la frontera entre Norte y Sur, con el objetivo de apoderarse de Asia Pacífico y lanzar en cualquier momento un ataque de agresión sobre la nación.
El Ejército Popular de Corea, la Guardia Roja obrero-campesina, los cuerpos de estudiantes y en general toda la población está preparada bajo la dirección del Mariscal Kim Jong Un para golpear a los agresores imperialistas donde más les duele, destruyendo sus bases militares en Asia y en el propio territorio de los EE.UU.
Deseamos que la unión y logros socialistas del pueblo Coreano les puedan servir a todos ustedes de inspiración para reforzar sus filas y luchar por un mundo más justo y sin imperios, por la dignidad humana y el derecho del pueblo a dirigir su destino. Precisamente es esa unión ideológica entre los Coreanos el arma más potente y lo que hace invencible al poder popular. Cuando las masas luchan unidas, no hay nada que pueda detenerlas.
Con la esperanza que se amplíe y desarrolle la amistad entre México y la RPD de Corea, contamos para siempre con su camaradería.
Saludos revolucionarios,
Alejandro Cao de Benós
Delegado Especial
Comité de Relaciones Culturales con el Extranjero
Gobierno de la RPD de Corea

miércoles, 13 de marzo de 2013

Nuevo papa fue acusado de retirar protección a jesuitas detenidos por dictadura

Buenos Aires. Jorge Mario Bergoglio llegó al sacerdocio a los 32 años, casi una década después de perder un pulmón por una enfermedad respiratoria y de dejar sus estudios de química. Pero pese a su ingreso tardío, en menos de cuatro años llegó a liderar la congregación jesuita local, un cargo que ejerció de 1973 a 1979. Su ascenso coincidió con uno de los períodos más oscuros de Argentina, lo que le deparó fuertes críticas: la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1982.
El cuestionamiento remite al secuestro de dos jesuitas detenidos clandestinamente por el gobierno de facto por hacer tareas sociales en barriadas de extrema pobreza. Según la acusación, Bergoglio les retiró la protección de su orden religiosa. Ambos párrocos sobrevivieron a un encierro de cinco meses.
El señalamiento consta en el libro El silencio del periodista Horacio Verbitsky, también presidente de la entidad privada defensora de los derechos humanos CELS. Se apoya en manifestaciones de Orlando Yorio, uno de los jesuitas secuestrados, antes de fallecer por causas naturales en 2000.
“La historia lo condena: lo muestra como alguien opuesto a todas las experiencias innovadoras de la Iglesia y sobre todo, en la época de la dictadura, lo muestra muy cercano al poder militar”, señaló tiempo atrás el sociólogo Fortunato Mallimacci, ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Además, Jorge Bergoglio fue citado por la justicia de Argentina como testigo en el caso que juzgaba a responsables del plan sistemático de apropiación de menores hijos de desaparecidos durante la pasada dictadura militar.
Los detractores de esa postura sostienen que no está probada y que, por el contrario, Bergoglio ayudó a muchos a escapar de las fuerzas armadas durante los años de plomo.
En el Vaticano, lejos de la mancha ignominiosa de la dictadura que aún sobrevuela sobre muchos de los que tuvieron actividad pública en esa etapa de Argentina, se espera que este hombre silencioso conduzca la estructura de la iglesia con mano férrea y con una marcada preocupación social.
Los políticos argentinos fueron varias veces blanco de la retórica filosa del sacerdote, que los ha acusado de no combatir la pobreza y querer enquistarse en el poder.
En el 2010, también se enfrentó al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández cuando impulsó una ley para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
“No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios”, escribió Bergoglio en una carta días antes de que el proyecto fuera aprobado por el Congreso.
Cardenal desde 1998, muchos de los pares que eligieron a Bergoglio lo conocieron por su inesperada y reconocida actuación de relator durante el Sínodo de purpurados del 2001.
Hijo de un hogar de clase media con cinco hijos, de padre ferroviario y madre ama de casa, poco afecto a aceptar invitaciones privadas y poseedor de un “pensamiento táctico”, según los especialistas, ahora deberá presentar sus credenciales ante más de mil millones de católicos.